sábado, 21 de abril de 2012

Soy uno entre la multitud.

Cierto es que este blog se ha caracterizado por textos, apenas sin fotografía y de un caracter humanístico, mas quiero iniciar una nueva sección en al cual publicaré aquellas secuencias históricas que marcaron una etapa en mi visión de la realidad.

Hoy, expondre una foto que para mí tiene una fuerza y un valor sentimental colosal. Apenas voy a comentarla, pues creo que las palabras sobran en este caso.


 Es una foto tomada en 1936, en pleno auge del nacionalsocialismo alemán, donde la única forma de ascender socialmente era afiliarse a dicho partido, el nazi. Este hombre, anónimo, se mantuvo firme y negó las doctrinas impuestas por Hitler.

No se a vosotros, pero esta foto me hiela la sangre, me conmueve e incluso me hace emocionarme, pues en contadas veces la historia deja recuerdos de semejante calibre.

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