viernes, 3 de febrero de 2012

Tributo al saber.


La fortuna hizo que un día de abril
nuestro futuro coincidiera
cual dúctil sonrisa mujeril
bajo aquella sombra que ilusiones crearía

a ella no tantas, a mi me sobrarían.

intrigado te observaba, te estudiaba y memorizaba,

con el único fin de poder palpar la grandeza

de tu apoteósica belleza.

Tú eterna presencia, fría y calculadora,

tácitamente dormitaba en los suspiros

del tiempo, del infinito, ébanos.

Apuñalando las instancias vacías de mi cerebro,

te apoderabas de mi olvido macabro

insurrecto a la extinción, pero conforme

con el fin brindado, dando lugar a un sistema

preparado para el éxtasis de las ideas

recopiladas de la sabiduría perenne

del complejo conocimiento.

A través del espejo de mis ojos

asimile tu inmensidad y tu esplendor

para poder así establecer la relación

entre verdad y ficción.

Por siempre sea

Cultura.

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