En una de mis muchas noches de reflexión,
esas en las que eres incapaz de no pensar en aquel momento de tu vida, en ese
pequeño detalle que escapó e impidió que lograras un viejo objetivo, en aquella
sinfonía que acariciaba tus oídos cuando eras pequeño… en una de esas veladas, mientras
observaba mi monitor, solo complementado por un fondo con tonos bélicos y mi
mente divagando por los confines de la galaxia, comencé a preguntarme, no sé si
por necesidad o por obligación, si la visión que tengo de mi alrededor es
realmente verdadera o si por el contrario mi mente juega a engañarme todos los
días. ¿Nunca han intuido que sus ojos les engañaban? ¿Qué sabían que algo
faltaba en su visión panorámica del mundo? ¿Como un invisible filtro que
elimina de nuestra vista todo aquello que podríamos considerar ilógico para los
conocimientos físico-matemáticos que poseemos hoy en día? Giro mi cabeza hacía
la ventana para observar la inmensidad del universo y pienso…algo se nos
escapa. No me malinterpreten, no hablo de ninguna forma de vida espiritual
(llamando espíritu al concepto religioso que le otorgamos hoy en día), más bien
de una realidad alterna a la nuestra (tomando como referencia la Teoría de los
universos múltiples de Everett) donde en un mismo lugar (espacio) y un mismo
momento (tiempo) puedan ocurrir diversos acontecimientos derivados de la
múltiples decisiones que en dicho suceso podamos tomar.
¿Entenderíamos así que la necesidad de la existencia de múltiples realidades deriva de la posibilidad de de la infinita toma de decisiones sobre un momento exacto? Esto propondría la siguiente cuestión… si mi bolígrafo, al dejarlo caer justo en el centro de la mesa, cae hacia la izquierda… ¿se producirían tres universos más donde el bolígrafo caiga hacia arriba, hacia abajo y hacia la derecha? Es más, se producirían una infinitud de universos derivados de la infinidad de derivados de la caída del bolígrafo… por lo cual, mientras ustedes leen esto, un posible “yo” de similares características está viendo exactamente lo que ustedes, pero quizá, el simple hecho de un parpadeo antes o después ya provocaría la creación de otro universo paralelo. Pero… ¿Y si mi “yo” paralelo decidiera no escribir esto? De esa manera, su “yo” paralelo no estaría presente en el mismo lugar que usted, aunque si en el mismo tiempo…
¿Entenderíamos así que la necesidad de la existencia de múltiples realidades deriva de la posibilidad de de la infinita toma de decisiones sobre un momento exacto? Esto propondría la siguiente cuestión… si mi bolígrafo, al dejarlo caer justo en el centro de la mesa, cae hacia la izquierda… ¿se producirían tres universos más donde el bolígrafo caiga hacia arriba, hacia abajo y hacia la derecha? Es más, se producirían una infinitud de universos derivados de la infinidad de derivados de la caída del bolígrafo… por lo cual, mientras ustedes leen esto, un posible “yo” de similares características está viendo exactamente lo que ustedes, pero quizá, el simple hecho de un parpadeo antes o después ya provocaría la creación de otro universo paralelo. Pero… ¿Y si mi “yo” paralelo decidiera no escribir esto? De esa manera, su “yo” paralelo no estaría presente en el mismo lugar que usted, aunque si en el mismo tiempo…
Esta suma de interrogantes deriva
en mi mente en la siguiente idea, el destino NO existe. Si tomamos como veraz
la idea de la creación de distintos e infinitos universos derivados de las
interminables situaciones que se pueden producir en un momento y un lugar, el
destino no tendría cabida en este sistema, ya que carecería de una base donde
apoyarse, la base de la predestinación. Si el ser humano se encuentra, desde el
momento de su nacimiento, destinado a ser de una manera, a sentir y pensar de
una forma concreta y a hacer una serie de cosas de una manera exactamente
calibrada, el multiverso no se produciría, ya que no tendrían lugar las
distintas interpretaciones de un mismo suceso. Por ello, el destino solo es la aceptación
de los males de la vida, justificando así de una manera irracional la
imposibilidad de haber alcanzado nuestros objetivos, la búsqueda de la
felicidad si preferimos llamarlo así, culpando a la predestinación de los
errores que como humanos imperfectos que somos provocamos. Al no existir el
destino, y que todo quede en manos del hombre, el perfeccionamiento en
cualquier ámbito debe ser motivo de deseo, ya que cualquier ser humano podrá alcanzar
el nivel de perfección más elevado que nuestra anatomía nos permita.
Para concluir, digamos que el
futuro no está predicho, por lo cual cada uno de nosotros elige su propio
camino y, si queremos denominarlo de la siguiente manera, su propio universo.
DESEO QUE TU FUTURO, EL QUE TU TE FABRIQUES, SEA AQUEL QUE MEJOR SE ADAPTE A TUS NECESIDADES E INTERESES. Y QUE LO DISFRUTES.
ResponderEliminarGracias, dejando a un lado mi amor hacia la escritura, todo esto lo hago por gente como tú, que disfruta leyendo y reflexionando, haciendose preguntas.
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